30 de diciembre de 2015

Presión sanguinea


La presión sanguínea es la fuerza dentro de las arterias que conduce la circulación de la sangre a través del cuerpo. La presión sanguínea en el cuerpo es análoga a la presión de agua en un sistema de bombeo. Así como la presión de agua empuja el agua a través de tubos, conexiones y mangueras a través de la casa, la presión sanguínea empuja sangre a los músculos y otros tejidos a través del cuerpo.

La presión sanguínea es la fuerza dentro de las arterias que conduce la circulación de la sangre a través del cuerpo. La presión sanguínea en el cuerpo es análoga a la presión de agua en un sistema de bombeo. Así como la presión de agua empuja el agua a través de tubos, conexiones y mangueras a través de la casa, la presión sanguínea empuja sangre a los músculos y otros tejidos a través del cuerpo.


Los profesionales médicos miden normalmente la presión con un instrumentos llamado baumanometro – una faja inflable adaptado a un manómetro – y un estetoscopio. La faja se ajusta al rededor del brazo del paciente y se infla con aire. Conforme se bombea el aire en la faja, la presión aumenta. La faja se aprieta alrededor del brazo y comprime la arteria, detiene momentáneamente el flujo de sangre. La persona que está midiendo la presión sanguínea escucha la arteria a través del estetoscopio mientras libera lentamente el aire en la faja. Cuando la presión en la faja iguala la presión sistólica (el pico de presión), se escucha un pulso en el estetoscopio. El pulso es el sonido de la sangre que llega a la arteria después de una contracción del corazón. La lectura de presión en el momento exacto es la presión sistólica de la sangre. Como la presión en la faja continúa disminuyendo, la sangre puede fluir a través de la arteria presionada, aún entre contracciones, hasta que el sonido de los pulsos se detienen (presión baja).


Una medida de presión sanguínea se reporta usualmente como dos presiones en mmHg separados por una diagonal. Por ejemplo, una presión sanguínea de 122/84 indica que la presión sistólica es de 122 mmHg y la presión diastólica de sangre es de 84 mmHg. Aún así el valor de la presión sanguínea puede variar a través del día, una valor sano (o normal) se considera debajo de 120 mmHg para la sistólica y bajo 80 mmHg para la diastólica. La presión sanguínea alta, también llamada hipertensión aumenta el riesgo ya mencionado.


Los factores de riesgo para la hipertensión incluyen obesidad, consumo elevado de sal (cloruro de sodio), alto consumo de alcohol, poco ejercicio, estrés, historia familiar de presión alta y la edad (la presión sanguínea tiende a incrementarse cuando se envejece). La hipertensión no severa puede tratarse con dieta y ejercicio, pero los casos de hipertensión moderada y severa requieren medicación prescrita por un médico.

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